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Caricatura

Textos descriptivos: Caricatura

Caricatura de la actriz Anne Hathaway

Información imprescindible

Caricatura es una figura en que se deforma el aspecto de una persona. La palabra caricatura es de origen italiano “caricare” que significa “cargar” o “exagerar”.

La caricatura nació en Bolonia a finales del siglo XVI, en la escuela de arte fundada por una familia de pintores, los Carracci. Los alumnos retrataban a los visitantes bajo la apariencia de animales u objetos inanimados.

Las características de una caricatura son: un retrato o representación humorística que exagera o simplifica los rasgos físicos y faciales o, el comportamiento o modales del individuo, asimismo, la actividad que realiza una persona puede ser objeto de la caricatura. También la caricatura puede ser vista como una obra de arte en que se ridiculiza a una persona, situación, institución o cosa, tal como se observa con las caricaturas políticas, sociales o religiosas que tienen un fin satírico y, no tanto humorístico.

La caricatura tiene como finalidad incitar cambios políticos y sociales ya que como se suele decir bajo la figura cómica se suele decir muchas verdades. Las caricaturas se difunden en periódicos, revistas e internet.

Actualmente, existen muchos caricaturistas reconocidos y otros de gran talento que se ubican en lugares públicos bien sea en plazas, centros comerciales, entre otros, con el fin de prestar sus servicios y, de esta manera, la familia puede obtener un retrato humorístico y, el caricaturista ganarse la vida debido a su gran talento.

Algunos tipos de caricatura


La caricatura política nace en Francia. La caricatura política tiene como finalizada ridiculizar a los personajes de la vida política nacionales o internacionales con el fin de destacar sus errores. Normalmente las caricaturas reflejan la opinión de los caricaturistas pero también la realidad histórica por la cual está viviendo un país.

En referencia a los textos en las caricaturas políticas, son de poco uso, aunque en ocasiones se observa las caricaturas humanas con un cuadro de dialogo por encima de sus cabezas mostrando un mensaje lleno de sarcasmo.

La caricatura social tal como refleja su nombre lo indica refleja a una sociedad en plan de crítica o burla.

Como caricatura literaria se identifica aquellas que se realizan únicamente con palabras, es un tipo de descripción en la cual se deforman o exageran los rasgos físicos y el carácter del personaje, tal es el caso de las obras de Cervantes.

Fuente: Significados

Leamos algunos ejemplos de caricaturas literarias:

Mi criado tiene de mesa lo cuadrado y el estar en talla al alcance de la mano. Por tanto es un mueble cómodo; su color es el que indica la ausencia completa de aquello con qué se piensa, es decir, que es bueno; las manos se confundirían con los pies, si no fuera por los zapatos y porque anda casualmente sobre los últimos, a imitación de la mayor parte de los hombres; tiene orejas que están a uno y otro lado de la cabeza como los floreros en una consola, de adorno, o como los balcones figurados, por donde no entra ni sale nada; también tiene dos ojos en la cara; él cree ver con ellos, ¡qué asco se lleva!

Nochebuena de 1836, Mariano José de Larra

El era un clérigo de cerbatana, largo solo en el talle, una cabeza pequeña, pelo bermejo (no hay más que decir para quien sabe el refrán), los ojos avecindados en el cogote, que parecía que miraba por cuevanos, tan hundidos y escuros, que era buen sitio el suyo para tiendas de mercaderes; la nariz, entre Roma y Francia, porque se le había comido de unas búas de resfriado, que aun no fueron de vicio porque cuestan dinero; las barbas descoloridas de miedo de la boca vecina, que, de pura hambre, parecía que amenazaba a comérselas; los dientes, le faltaban no sé cuántos, y pienso que por holgazanes y vagamundos se los habían desterrado; el gaznate largo como de avestruz, con una nuez tan salida, que parecía se iba a buscar de comer forzada de la necesidad; los brazos secos, las manos como un manojo de sarmientos cada una. Mirado de medio abajo, parecía tenedor o compás, con dos piernas largas y flacas. Su andar muy espacioso; si se descomponía algo, le sonaban los güesos como tablillas de San Lázaro. La habla ética; la barba grande, que nunca se la cortaba por no gastar, y él decía que era tanto el asco que le daba ver la mano del barbero por su cara, que antes se dejaría matar que tal permitiese; cortábale los cabellos un muchacho de nosotros. Traía un bonete los días de sol, ratonado con mil gateras y guarniciones de grasa; era de cosa que fue paño, con los fondos en caspa. La sotana, según decían algunos, era milagrosa, porque no se sabia de que color era. Unos, viéndola tan sin pelo, la tenían por de cuero de rana; otros decían que era ilusión; desde cerca parecía negra, y desde lejos entre azul. Llevábala sin ceñidor; no traía cuello ni puños. Parecía, con los cabellos largos y la sotana mísera y corta, lacayuelo de la muerte. Cada zapato podía ser tumba de un filisteo. Pues su aposento, aun arañas no había en él. Conjuraba los ratones de miedo que no le royesen algunos mendrugos que guardaba. La cama tenía en el suelo, y dormía siempre de un lado por no gastar las sábanas. Al fin, él era archipobre y protomiseria.

Historia de la vida del Buscón, Francisco de Quevedo