Primeros pasos

Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes. Así pues, cuando contamos algo que nos ha sucedido o hemos imaginado tenemos que hacerlo según una estructura o «esqueleto» sobre el que se va montando todo lo que sucede en el relato. Las buenas narraciones suelen presentar los hechos de modo que se capte y mantenga la atención de los destinatarios. En su forma más típica, las narraciones se estructuran de una manera bastante sencilla:
- El marco narrativo es la primera parte del relato. En él se sitúan espacial y temporalmente los hechos, se presenta a los personajes que van a protagonizar la historia y se expone la situación inicial, que generalmente es una situación de equilibrio.
- El acontecimiento inicial es el hecho que rompe el equilibrio original y desencadena el conflicto que dará lugar a la acción.
- Las acciones son las distintas actuaciones que los personajes llevan a cabo para resolver el conflicto planteado.
- La solución supone el paso a una situación final, es decir, a una nueva situación a la que se llega como consecuencia de las acciones de los personajes.
Una buena narración ha de ser dinámica y mantener el interés del lector. Por eso es preciso realizar varias tareas: seleccionar los hechos que se narran -no hay que contarlo todo-; caracterizar adecuadamente a los personajes que intervienen, prestando mucha atención a los diálogos; ambientar los hechos en el tiempo y el espacio de manera que resulten verosímiles; y presentar las acciones de forma ordenada y progresiva.
Para elaborar una narración es necesario, en primer lugar, tener claro el tema: la historia de un asesinato, la conquista del Polo Norte, un viaje al futuro… A partir de ahí, el autor diseña a sus personajes, elige los escenarios y traza un plan general de la obra: imagina los hechos y circunstancias más importantes y crea un «esqueleto argumental» que irá completando a lo largo del proceso de escritura. El inicio es fundamental en toda narración. De él depende que el lector siga leyendo y se interese por la obra. Tras él se desarrollan los distintos episodios que forman la trama. El final de la narración es también muy importante. En él se produce el desenlace de la acción. Puede ser abierto o cerrado, previsible o sorprendente, pero siempre ha de resultar verosímil.
trama 1. f. Conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. 4. f. Disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.